EL RELOJ DE TU ROSTRO
El reloj de tu rostro
marca una hora distinta al mío.
Nadie tiene la certeza
de escuchar lo mismo que yo escucho.
Es por eso, que mañana
cuando mire tu rostro,
ya no será la misma hora,
y mañana cuando resuene de nuevo tu voz
quizás ya no te reconozca.
Lo veremos, es tan solo
cuestión de esperar,
de tener paciencia.