(al iniciador del surrealismo Jacques Vaché)
El arte y el equilibrio habitan la misma pecera
El tiempo de la costumbre duerme en una jaula
La lluvia y el rito se arrodillan al anochecer
La imaginación respira, el anzuelo perdona
Ilusiones y delirios tras el telón
Pequeños animales nos rodean
Nos miran, nos acompañan
Danzaremos alrededor de cualquier árbol desnudo
Y la tierra no advertirá la pérdida de otro ser humano
